martes, 14 de abril de 2020

CUENTOS PARA REFLEXIONAR 5

Los zapatos del hombre afortunado 

Hace ya mucho, mucho tiempo... en un reino 
muy, muy lejano... había un rey cuyo poder y 
riqueza eran tan enormes como profunda era 
la tristeza que cada día le acompañaba. 

Lo tenía todo y aun así no conseguía ser feliz, 
siempre sentía que le faltaba algo. Un día, harto 
Resultado de imagen de emoticono rey tristede tanto sufrimiento, anunció que entregaría
 la mitad de su reino a quien consiguiera 
devolverle la felicidad. 

Tras el anuncio, todos los consejeros de la corte 
comenzaron a buscar una cura. Trajeron 
a los sabios más prestigiosos, a los magos
 más famosos, a los mejores curanderos… 
incluso buscaron a los más divertidos bufones, pero
 todo fue inútil, nadie sabía cómo hacer feliz 
a un rey que lo tenía todo. 

Cuando, tras muchas semanas, ya todos 
se habían dado por vencidos, apareció por palacio 
Resultado de imagen de EMOTICONO ZAPATO HOMBREun viejo sabio que aseguró tener 
la respuesta: “Si hay en el reino un hombre 
completamente feliz, podréis curar al rey. Solo tenéis
que encontrar a alguien que, en su día a día, 
se sienta satisfecho con lo que tiene, que muestre 
siempre una sonrisa sincera en su rostro, 
que no tenga envidia por las pertenencias de los demás… 
Y cuando lo halléis, pedidle sus zapatos 
y traedlos a palacio. Una vez aquí, su majestad deberá caminar 
un día entero con esos zapatos. Os aseguro que a la mañana 
siguiente se habrá curado”. 

El rey dio su aprobación y todos los consejeros 
comenzaron la búsqueda. Pero algo que en un principio 
parecía fácil, resultó no serlo tanto: 
pues el hombre que era rico, estaba enfermo; 
el que tenía buena salud, era pobre; 
el que tenía dinero y a la vez estaba sano, 
se quejaba de su pareja, o de sus hijos, o del trabajo…

Finalmente se dieron cuenta de que a todos les faltaba
algo para ser totalmente felices. 

Tras muchos días de búsqueda, llegó un 22 mensajero 
a palacio para anunciar que, por fin, habían encontrado 
a un hombre feliz. Se trataba de un humilde campesino 
que vivía en una de las zonas más pobres y alejadas. 

El rey, al conocer la noticia, mandó buscar los zapatos 
de aquel afortunado. Les dijo que a cambio le dieran 
cualquier cosa que pidiera. 

Los mensajeros iniciaron un largo viaje y, tras varias semanas, 
se presentaron de nuevo ante el monarca. 
-Bien, decidme, ¿lo habéis conseguido? ¿Habéis localizado al campesino? 
-Majestad, tenemos una noticia buena y una mala. 
La buena es que hemos encontrado al hombre y
en verdad que es feliz. Le estuvimos observando y vimos 
la ilusión en su mirada en cada momento del día. 
Hablamos con él y nos recibió con una amplia sonrisa 
y con la alegría reflejada en sus ojos… 
-¿Y la mala? -preguntó el rey impaciente. 
-Que no tenía zapatos. 

* * * Cuento extraído del libro “Cuentos para entender el mundo 1” 

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