De nuevo en camino, hoy nos esperan 18 kms!!!!
Desde Mos hasta Redondela hay mucho asfalto y cuestas que subes y que después hay q bajar (ahora entienden algunos por qué yo decía que odiaba las cuestas abajo aunque los preadolescente disfrutan de la velocidad que les permiten estos desniveles).
Cuando llegamos a Redondela, ya hemos conocido a varios grupos que nos cuentan de donde son, desde dónde han salido,… conversaciones peregrinas típicas que solo aquí tienen sentido y es que hablar con desconocidos se torna normal (pese a las instrucciones que desde pequeños les hemos dado🤦♀️).
El niño flautista nos alegra las caminatas con sevillanas, la Salve Rociera y el “toque de la Bella”! Menos mal que accedió a traerse su gaita, su flauta romera porque creo que sin ella su mente le hubiera hecho pasar algún que otro momento de bajón.
Comemos en la cascada de Feixa que tiene una pequeña zona de merendero y gastobar todo rehabilitado en el antiguo molino. Un lugar muy agradable para descansar pues ha vuelto el calor, llevamos cansancio acumulado y el”sacrifio” del peregrinaje propiamente dicho parece que se asoma.
La credencial debemos sellarla para demostrar que al menos 100kms hemos hecho y conseguir nuestra Compostelana. El sello es más difícil encontrarlo que en el Camino Francés, así que sellar se convierte en una ilusión para todos durante unos días. Debemos llevar la credencial con 40 sellos estampados cuando lleguemos al Obradoiro.
De Redondela a Arcade se convierte en la etapa más dura vivida hasta el momento, con un desnivel de un 35% , casi 211 metros, aunque puede parecer que se recompensa cuando vemos paisajes tan amplios y bonitos como este de la Ría de Vigo y el esturión en Redondela.
Llegar al albergue y poder desacompasar es para todos un alibio. ETAPA DURA pero hemos ganado trayecto y ya estamos cada vez más cerca De Santiago y del Apostol.
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